lunes, 19 de diciembre de 2016

El desierto de Siloli y las lagunas de colores


El desierto de Siloli es una zona extremamente árida situada en el oeste de Bolivia. Se encuentra a casi 5000 metros de altitud y es paso obligado para todos los que quieran adentrarse en la Reserva Nacional de la Fauna Andina Eduardo Avaroa o a las lagunas de colores.


Siloli está considerado como uno de los desiertos más áridos del mundo y uno de los más altos. La escasez de lluvias y los fuertes vientos lo convierten en una zona descarnada, estéril. Un territorio inhóspito, con enormes dificultades para la vida, un aspecto un tanto inquietante y el encanto sorprendente que generalmente entrañan los lugares escasos de estas características. El paisaje se dibuja ante nosotros repleto con toda la gama de ocres y marrones hasta fundirse en el horizonte con un cielo iluminado de un azul intenso.



Las lagunas de colores se encuentran entre las alturas de la cordillera de los Andes, en el interior de la Reserva de Fauna Andina Eduardo Avaroa muy cerca de la frontera de Bolivia con Chile y Argentina. Sus llamativos colores son debidos a la mezcla de diversos sedimentos minerales así como a la pigmentación que producen diversos microorganismos existentes en el agua. En cualquier caso, dan al paisaje el aspecto de grandes lienzos saturados de color.

Laguna Blanca
Laguna Colorada
Laguna Verde

Es indiscutible que el desierto, cualquier desierto, encierra algo especial, tiene embrujo, esconde magia. Supone en muchos casos una atracción irresistible. Posiblemente la luz, la aridez, los colores azules intensos,  los rojizos y los anaranjados cálidos, los marrones suaves y los dorados. Nos atonta la ausencia de vida aparente, esa nada ficticia que irradia. El desierto está rebosante de una vida silenciosa que nos pasa desapercibida, pero es que el desierto esconde bajo ese disfraz de inmensa soledad una abundancia de tesoros por descubrir que todos anhelamos para nuestras vidas.  


El Árbol de Piedra. Es una curiosa figura pétrea que acapara la atención cerca de la laguna Colorada y a dos pasos de la frontera chilena. El trabajo de la naturaleza durante miles de años ha ido esculpiendo esta caprichosa figura que puede parecerse a una seta gigante o a un árbol de siete metros de altura. La parte superior, más rica en hierro, ha soportado mejor los envites del tiempo, la lluvia y el viento y por eso tiene mayor volumen que la parte baja.


Géiseres Sol de Mañana. Al sur de la laguna Colorada y a casi 5.000 metros de altitud se puede ver cómo las tripas de la Tierra hierven convulsivamente, se agitan, se quejan, escupen fluidos y emiten vapores azufrosos a la superficie. Es un área de intensa actividad volcánica. El paisaje se hace inquietante entre fumarolas y géiseres y la visión de esa actividad desenfrenada nos remonta sin remedio a las épocas de formación de la Tierra.


Tayka hotel del Desierto. La única posibilidad de no pernoctar al aire libre en medio del desierto de Siloli es hacerlo en este hotel integrado en el paisaje andino, en el que se puede pasar la noche manteniendo un contacto muy cercano con la naturaleza circundante. En su construcción se utilizaron piedras volcánicas de la zona y se abastece exclusivamente de energía solar para el suministro de agua caliente y la calefacción. 

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